Un bidón metálico de pintura, fue utilizado para quemar dentro troncos de leña, que una vez hubieron terminado de arder y convertidos en brasa, fue colocado dentro de  la habitación para calentarla. En dicha habitación dormían el padre, la madre y un hijo de cuatro años.

Al despertar el padre por la mañana, encontró a la mujer y al niño con síntomas de asfixia debido al monóxido de carbono acumulado en la habitación. Los hijos mayores, que dormían en otras habitaciones, al darse cuenta de lo ocurrido llamaron  a una ambulancia que los traslado al Hospital de Manacor, la madre fue dada de alta el mismo día, el niño tuvo que permanecer dos días en observación, tras los cuales fue dado de alta también. Todos se han recuperado satisfactoriamente.

Hay que recordar que no es aconsejable  utilizar estos sistemas primarios para calentar las habitaciones, ya que son muy peligrosos y muy frecuentes las intoxicaciones causadas por ellos, por el monóxido de carbono desprendido por las brasas al consumir el oxígeno.