Sociedad
Relajarse hoy en día con las medidas de prevención es muy peligroso
Confiarnos es ahora peligroso para todos, quizás sea el peligro más importante en este nuevo periodo.
El proceso de desescalada ha creado en muchos ciudadanos la sensación de que lo peor ya ha pasado y podría ser que no fuera así, si no se toman en serio las medidas de precaución dictadas por las autoridades sanitarias el escenario podría volver a ser dantesco.
Hay que recordar lo primero y más importante, el virus sigue ahí, no hay tratamiento ni hay vacuna. Por lo tanto, no juguemos a la ruleta rusa con tanta facilidad como se está haciendo estos días en nuestros espacios públicos.
Por detallar solo algunos casos:
Corredores y bicicletas, prácticamente ninguno lleva mascarillas, no es obligatoria, pero si conveniente, al hacer un mayor esfuerzo, más lejos llega su aire al expulsarlo y mucho más aire absorben al inspirarlo. Por lo tanto, mayor riesgo. Pero es que además muchos corredores y ciclista no tienen la precaución de dejar el espacio correspondiente con los ciudadanos que van a pie, los adelantan casi rozándolos. Además, las bicicletas no son para circular por las aceras. Casi ninguna circula por el carril bici, ¿para que se construyó entonces? Los corredores de a pie, tampoco deberían ir por la acera que van la gente caminando, su distancia de seguridad debe ser mayor entre ellos y los que caminan.
Jóvenes, no se puede correr en grupo, ni hacer sentadas para hablar, bastantes si lo hacen. También pasean en grupos, aunque sean de dos o tres, no está permitido.
Mascarillas, muchas personas mayores llevan las mascarillas con la nariz fuera. Así no sirve para nada su colocación, quien esté a su lado deben recordarles que las mascarillas deben llevar la nariz dentro.
Trabajadores, hay muchos, muchos sin mascarilla y sin conservar las distancias entre unos y otros en las obras.
Trabajadores viajando en furgonetas para desplazarse a sus trabajos, muchos no usan mascarillas, solo cuando ven un control se las colocan.
Comercios, algunos clientes durante las colas si mantiene las distancias, pero al llegar el turno de entrar se apoyan en la puesta esperando que salga el de dentro obligándole a que al salir les roce. Hay que esperan a la distancia prudencial para que el que salga pueda hacerlo con tranquilidad.
Dependientes, los hemos visto con mascarillas con la nariz fuera, no todos evidentemente, pero si más de la cuenta.
Bancos y mobiliario público, no pueden utilizarse para sentarse, hay muchos que si los utilizan.
Contenedores, por favor no taparlos, el servicio de recogida los mantiene abiertos para evitar posibles contagios al levantar las tapaderas.
Seguro que cualquiera de vosotros ha visto muchas más incidencias que las que aquí enumeramos, entre todos saldremos de ello, pero no debemos olvidar que sin una importante concienciación colectiva no venceremos, no tenemos medicamentos, ni vacunas, solo tenemos la prevención. Si queremos algún día volver a la normalidad, no a la nueva normalidad extrememos al máximo las medidas higiénicas y de protección, es la única forma de momento para lograr contener la expansión y las consecuencias del virus.
Entre todos hay que luchar, con fuerza y con seriedad, no hay derecho que entreguemos el mundo a nuestros hijos en esas condiciones. Recapacitemos, son muchas las cosas que hemos hecho mal y que seguimos haciendo mal, luchemos, aunque sea solo por ellos, se merecen un futuro mejor. Ellos no eligieron estar aquí, nosotros si elegimos tenerlos aquí, no es justo entregarles tan nefasto testigo como herencia, en una tierra donde no sabemos ni como tendremos que vivirla y gestionarla a corto plazo. Seamos conscientes que hoy más que nunca el sentido común y las medidas de protección son nuestro mejor aval para seguir. Asumámoslo y gestiones nuestra sociedad con rigor y esfuerzo, no caben las dudas ni el titubeo, si queremos ver el futuro con nitidez y sin filtros.
El proceso de desescalada ha creado en muchos ciudadanos la sensación de que lo peor ya ha pasado y podría ser que no fuera así, si no se toman en serio las medidas de precaución dictadas por las autoridades sanitarias el escenario podría volver a ser dantesco.
Hay que recordar lo primero y más importante, el virus sigue ahí, no hay tratamiento ni hay vacuna. Por lo tanto, no juguemos a la ruleta rusa con tanta facilidad como se está haciendo estos días en nuestros espacios públicos.
Por detallar solo algunos casos:
Corredores y bicicletas, prácticamente ninguno lleva mascarillas, no es obligatoria, pero si conveniente, al hacer un mayor esfuerzo, más lejos llega su aire al expulsarlo y mucho más aire absorben al inspirarlo. Por lo tanto, mayor riesgo. Pero es que además muchos corredores y ciclista no tienen la precaución de dejar el espacio correspondiente con los ciudadanos que van a pie, los adelantan casi rozándolos. Además, las bicicletas no son para circular por las aceras. Casi ninguna circula por el carril bici, ¿para que se construyó entonces? Los corredores de a pie, tampoco deberían ir por la acera que van la gente caminando, su distancia de seguridad debe ser mayor entre ellos y los que caminan.
Jóvenes, no se puede correr en grupo, ni hacer sentadas para hablar, bastantes si lo hacen. También pasean en grupos, aunque sean de dos o tres, no está permitido.
Mascarillas, muchas personas mayores llevan las mascarillas con la nariz fuera. Así no sirve para nada su colocación, quien esté a su lado deben recordarles que las mascarillas deben llevar la nariz dentro.
Trabajadores, hay muchos, muchos sin mascarilla y sin conservar las distancias entre unos y otros en las obras.
Trabajadores viajando en furgonetas para desplazarse a sus trabajos, muchos no usan mascarillas, solo cuando ven un control se las colocan.
Comercios, algunos clientes durante las colas si mantiene las distancias, pero al llegar el turno de entrar se apoyan en la puesta esperando que salga el de dentro obligándole a que al salir les roce. Hay que esperan a la distancia prudencial para que el que salga pueda hacerlo con tranquilidad.
Dependientes, los hemos visto con mascarillas con la nariz fuera, no todos evidentemente, pero si más de la cuenta.
Bancos y mobiliario público, no pueden utilizarse para sentarse, hay muchos que si los utilizan.
Contenedores, por favor no taparlos, el servicio de recogida los mantiene abiertos para evitar posibles contagios al levantar las tapaderas.
Seguro que cualquiera de vosotros ha visto muchas más incidencias que las que aquí enumeramos, entre todos saldremos de ello, pero no debemos olvidar que sin una importante concienciación colectiva no venceremos, no tenemos medicamentos, ni vacunas, solo tenemos la prevención. Si queremos algún día volver a la normalidad, no a la nueva normalidad extrememos al máximo las medidas higiénicas y de protección, es la única forma de momento para lograr contener la expansión y las consecuencias del virus.
Entre todos hay que luchar, con fuerza y con seriedad, no hay derecho que entreguemos el mundo a nuestros hijos en esas condiciones. Recapacitemos, son muchas las cosas que hemos hecho mal y que seguimos haciendo mal, luchemos, aunque sea solo por ellos, se merecen un futuro mejor. Ellos no eligieron estar aquí, nosotros si elegimos tenerlos aquí, no es justo entregarles tan nefasto testigo como herencia, en una tierra donde no sabemos ni como tendremos que vivirla y gestionarla a corto plazo. Seamos conscientes que hoy más que nunca el sentido común y las medidas de protección son nuestro mejor aval para seguir. Asumámoslo y gestiones nuestra sociedad con rigor y esfuerzo, no caben las dudas ni el titubeo, si queremos ver el futuro con nitidez y sin filtros.
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