Manacor
La plaça Ramon Llull de Manacor un lamentable espectáculo día tras día
En esta sección no nos cansaremos de denunciar el incivismo, un incivismo que provoca una degradación progresiva y muy lamentable de Manacor de manera alarmante.
![[Img #17560]](upload/img/periodico/img_17560.jpg)
Las imágenes corresponden a esta misma mañana, cuando la huelga de recogida de basuras aún no había empezado.
El problema de la plaça no es la falta de recogida, sino la “plaga” de ciudadanos que anida en ella especialmente por la noche.
Restos de helados y sus correspondientes envoltorios, botellas de todo tipo, papeles, bolsas de plástico, junto a las huellas de las “cacatúas urbanas” que anidan en bancos y escaleras dejando sus cientos de cáscaras de pipas en el suelo. Todo ello con las papeleras al lado, completamente vacías.
Este es el Manacor que ofrecemos al visitante y el que padecemos los ciudadanos que en él habitamos o trabajamos. ¿Cuál es la solución? No nos cansaremos de repetir que la educación es la única vacuna para esta enfermedad, pero lamentablemente esta, me refiero a la educación, ha desapareciendo de la vida de muchas gentes. Como tratamiento eficaz también están las sanciones, es si, se quiere la aplicación de una medicación más a corto plazo pero difícil de administrar. ¿Qué ha pasado en nuestra sociedad para en lugar de progresar en la limpieza y el cuidado de los espacios públicos se ha vuelto tan incívica y con un comportamiento enfermizo donde la dejadez y la suciedad se han convertido en un plus, Dios sabe de qué? Protesta urbana de las jóvenes generaciones aún sin futuro, NO, simplemente gente sin escrúpulos que de una u otra forma demuestra en público como es privadamente, integrantes del género humano que no han evolucionado más allá que sus ancestros animales.
La huelga será otra historia si llega a realizarse a partir de mañana, pero lo de hoy es nuevamente vergonzoso se mire por donde se mire y con un solo culpable, los ciudadanos y sus insanas costumbres de convertir en basurero su entorno más cercano y vital.
Desde aquí como les decía no nos cansaremos de mostrar y denunciar uno de los lados más asquerosos del hacer humano cotidiano. Vivir entre la porquería esparcida por doquier no es que pueda llamarse humanamente un placer, ni atractivo para la vista, ni saludable para la sociedad, es sencillamente deplorable y degradante.
![[Img #17560]](upload/img/periodico/img_17560.jpg)
Las imágenes corresponden a esta misma mañana, cuando la huelga de recogida de basuras aún no había empezado.
El problema de la plaça no es la falta de recogida, sino la “plaga” de ciudadanos que anida en ella especialmente por la noche.
Restos de helados y sus correspondientes envoltorios, botellas de todo tipo, papeles, bolsas de plástico, junto a las huellas de las “cacatúas urbanas” que anidan en bancos y escaleras dejando sus cientos de cáscaras de pipas en el suelo. Todo ello con las papeleras al lado, completamente vacías.
Este es el Manacor que ofrecemos al visitante y el que padecemos los ciudadanos que en él habitamos o trabajamos. ¿Cuál es la solución? No nos cansaremos de repetir que la educación es la única vacuna para esta enfermedad, pero lamentablemente esta, me refiero a la educación, ha desapareciendo de la vida de muchas gentes. Como tratamiento eficaz también están las sanciones, es si, se quiere la aplicación de una medicación más a corto plazo pero difícil de administrar. ¿Qué ha pasado en nuestra sociedad para en lugar de progresar en la limpieza y el cuidado de los espacios públicos se ha vuelto tan incívica y con un comportamiento enfermizo donde la dejadez y la suciedad se han convertido en un plus, Dios sabe de qué? Protesta urbana de las jóvenes generaciones aún sin futuro, NO, simplemente gente sin escrúpulos que de una u otra forma demuestra en público como es privadamente, integrantes del género humano que no han evolucionado más allá que sus ancestros animales.
La huelga será otra historia si llega a realizarse a partir de mañana, pero lo de hoy es nuevamente vergonzoso se mire por donde se mire y con un solo culpable, los ciudadanos y sus insanas costumbres de convertir en basurero su entorno más cercano y vital.
Desde aquí como les decía no nos cansaremos de mostrar y denunciar uno de los lados más asquerosos del hacer humano cotidiano. Vivir entre la porquería esparcida por doquier no es que pueda llamarse humanamente un placer, ni atractivo para la vista, ni saludable para la sociedad, es sencillamente deplorable y degradante.











Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.5