Son Servera
XXII Fira de Son Servera un nuevo éxito comercial y lúdico
Ayer Son Servera mostró con orgullo nuestro pasado agrícola y ganadero con una excelente muestra de utensilios y herramientas que antaño eran utilizadas en distintas labores agrícolas. No faltó la típica Sínia para sacar el agua del pozo, ni las muestras de cabras y ovejas, así como gallinas, que hicieron las delicias especialmente de los más pequeños.
![[Img #24542]](upload/img/periodico/img_24542.jpg)
En la Feria pudimos ver también exposiciones de coches y motos antiguas, así como de bonsais. Una amplia gama de puestos artesanos, mostrando sus delicadas y practicas creaciones, puestos de plantas, por cierto muy visitado el de árboles tropicales, exhibían en su stand unos estupendos aguacates criados en su finca de Sant Llorenç y como no los puestos gastronómicos para tapear y beber algo fresco que el calor apretaba ayer.
Uno de los stands mas visitados fue el de cocinar sopas mallorquinas a la vieja usanza. En total, 5 kilos de sopas, 12 coles y 3 kilos de carnes, que sirvieron de degustación para los visitantes.
No faltaron tampoco los puestos de ONGs, con sus voluntarios siempre dispuestos a ayudar a los demás.
De nuevo mucha gente por las calles de Son Servera para disfrutar de un día festivo lleno de encanto y sabor, ese sabor gastronómico que como nadie ofrecen la amplia gama de locales dedicados a la restauración en el municipio mallorquín.
En la Feria pudimos ver también exposiciones de coches y motos antiguas, así como de bonsais. Una amplia gama de puestos artesanos, mostrando sus delicadas y practicas creaciones, puestos de plantas, por cierto muy visitado el de árboles tropicales, exhibían en su stand unos estupendos aguacates criados en su finca de Sant Llorenç y como no los puestos gastronómicos para tapear y beber algo fresco que el calor apretaba ayer.
Uno de los stands mas visitados fue el de cocinar sopas mallorquinas a la vieja usanza. En total, 5 kilos de sopas, 12 coles y 3 kilos de carnes, que sirvieron de degustación para los visitantes.
No faltaron tampoco los puestos de ONGs, con sus voluntarios siempre dispuestos a ayudar a los demás.
De nuevo mucha gente por las calles de Son Servera para disfrutar de un día festivo lleno de encanto y sabor, ese sabor gastronómico que como nadie ofrecen la amplia gama de locales dedicados a la restauración en el municipio mallorquín.
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