Un Manacor “irreverente” rinde culto al Dimoni Gros

Alrededor de las 14’30h. llegó al Ajuntament la comitiva compuesta por los “dimonis”y Sant Antoni, quienes subieron hasta el salón de plenos, donde el Dimoni Gros se apoderó del sillón del alcalde, Miquel Oliver. Durante dos días el Dimoni Gross es quien gobierna la ciudad.

En el salón de plenos bailaron ante las autoridades, para posteriormente aparecer en el balcón, instante en el cual se desbordó el júbilo de los miles de personas que les aclamaban con auténtica emoción.

A continuación, la comitiva bajo a pie de calle y frente a la puerta principal del Ajuntament tuvieron lugar varios bailes que fueron coreados por una multitud, una multitud entregada al dimoni, verdadera alma de la fiesta, ante un Sant Antoni estático, carente de emoción y movimiento.

Los dimonis son el gran atractivo de la fiesta, una fiesta cada día más pagana, una fiesta de irreverencias que se muestra en multitud de ocasiones, especialmente en los foguerons, donde el arte y la crítica social suelen ir siempre unidos. Frente a la cotidiano y formal es siempre saludable traspasar el umbral por una vez al año y dejar, aunque sean desbocados y desordenados, aflorar los sentimientos libres de prejuicios y condicionantes. La libertad siempre es bella, si es libertad en igualdad para todos.

Sant Antoni, es una fiesta donde el sentir está en la música y los bailes, las torradas a pie del “foguerons”, las cenas compartidas, el buen vino para acompañar a las longanizas o botifarrons, culminando con la bendición divina de unas buenas “herbes” que dicen que libran de todo pecado y tentación. Visca Manacor i Visca Sant Antoni!!!