Illes Balears
Hay esperanza
Poniendo en práctica algo tan sencillo como es el sentido común
Es cierto que nadie ha vivido una situación similar en su vida, aunque esta sea excepcional no es realmente dramática, es pura y llanamente preventiva, por lo tanto, utilicemos la calma para cumplir lo mejor posible las normas establecidas, por nuestro bien y el del resto de los ciudadanos.
Los casos de coronavirus en Mallorca no son alarmantes aunque si importantes, pero hay evitar por todos los medios que se colapsen los servicios sanitarios y las fuerzas policiales. Este es el verdadero motivo de las medidas del Gobierno, unas medidas justas y proporcionadas.
Hay que blindar como sea que la asistencia sanitaria no se sature, que los sanitarios no sufran más contagios ni más aislamientos y que las fuerzas de orden público mantenga sus efectivos para que puedan garantizar el cumplimiento de los servicios básicos, especialmente el aprovisionamiento de alimentos, medicinas y gasolina.
Las autoridades nos aclaran una y otra vez que no habrá falta de alimentos, que el suministro de ellos está asegurado, al igual que el de medicinas. Confiemos en ellos y no hagamos acopio irracional, seamos personas con cerebro y sentido común. Los comercios y las farmacias abrirán todos los días y esta permitido ir para adquirir los productos necesarios, eso si cumpliendo las normas, una sola persona y guardando las distancias establecidas con respecto a los otros usuarios.
Entre todos tengamos ánimo, la situación es totalmente reversible y depende únicamente de nosotros y nuestro comportamiento. Tengamos paciencia y tranquilidad, cumplamos las normas y entre todos lograremos que este periodo sea lo más corto posible.
Juntos significa todos, todos debemos asumir el deber colectivo de cumplir las normas, apoyando a quienes lo necesiten desde la manera más positiva posible, no todos estamos en condiciones de vivir estos días con las mismas posibilidades, por ello asumamos que estos días la solidaridad es más necesaria que nunca. Entre todos superaremos esta autentica “meditación interior” que quizás permita cambiar de hábitos a una sociedad que había perdido muchos valores y que había dado la espalda a nuestra casa común la Tierra, un mundo que hemos pervertido y contaminado sin respeto, sin vergüenza y sin tener en cuenta que es el único posible y el único que tenemos…entre todos hagamos que de nuevo el planeta Tierra sea un lugar de vida, respetado y amado como pocas veces ha sido, quizás así y solo así volvamos a tener un cielo donde ver las estrellas y un día donde el sol de nuevo vuelva a brillar limpio y hermoso, para que las personas podamos disfrutar de nuestros campos, nuestras calles, nuestras ciudades o nuestras playas con libertad, y donde nada sea más importante que la paz y la ausencia de amenazas contra la vida de la personas. Y donde las personas seamos de nuevo personas, una palabra que muchas veces carece de significado, cargándose innecesariamente de incivismo y egoísmo.
Tener por seguro que pronto volveremos a poder caminar por las calles, seguro, mientras tanto hagamos ese pequeño esfuerzo en unidad y solidaridad, teniendo presente que es un bien para nosotros y una necesidad para los extraordinarios profesionales que nos cuidan, les debemos un tremendo respeto y gratitud. Ellos confían en nosotros, seamos capaces de devolverles el tremendo esfuerzo que ellos realizan por nosotros, ellos exponen sus vidas, a nosotros solo nos piden que protejamos las nuestras. La diferencia entre ambas actitudes es incalculable, estemos a la altura y cumplamos algo tan sencillo como es quizás descubrir nuestra casa, aprendamos a vivir en ella, hasta ello puede ser hermoso.
Analicemos las cosas positivamente, demos la coherencia y el rigor necesario a los hechos, pronto pasará si actuamos desde sentido común.
Es cierto que nadie ha vivido una situación similar en su vida, aunque esta sea excepcional no es realmente dramática, es pura y llanamente preventiva, por lo tanto, utilicemos la calma para cumplir lo mejor posible las normas establecidas, por nuestro bien y el del resto de los ciudadanos.
Los casos de coronavirus en Mallorca no son alarmantes aunque si importantes, pero hay evitar por todos los medios que se colapsen los servicios sanitarios y las fuerzas policiales. Este es el verdadero motivo de las medidas del Gobierno, unas medidas justas y proporcionadas.
Hay que blindar como sea que la asistencia sanitaria no se sature, que los sanitarios no sufran más contagios ni más aislamientos y que las fuerzas de orden público mantenga sus efectivos para que puedan garantizar el cumplimiento de los servicios básicos, especialmente el aprovisionamiento de alimentos, medicinas y gasolina.
Las autoridades nos aclaran una y otra vez que no habrá falta de alimentos, que el suministro de ellos está asegurado, al igual que el de medicinas. Confiemos en ellos y no hagamos acopio irracional, seamos personas con cerebro y sentido común. Los comercios y las farmacias abrirán todos los días y esta permitido ir para adquirir los productos necesarios, eso si cumpliendo las normas, una sola persona y guardando las distancias establecidas con respecto a los otros usuarios.
Entre todos tengamos ánimo, la situación es totalmente reversible y depende únicamente de nosotros y nuestro comportamiento. Tengamos paciencia y tranquilidad, cumplamos las normas y entre todos lograremos que este periodo sea lo más corto posible.
Juntos significa todos, todos debemos asumir el deber colectivo de cumplir las normas, apoyando a quienes lo necesiten desde la manera más positiva posible, no todos estamos en condiciones de vivir estos días con las mismas posibilidades, por ello asumamos que estos días la solidaridad es más necesaria que nunca. Entre todos superaremos esta autentica “meditación interior” que quizás permita cambiar de hábitos a una sociedad que había perdido muchos valores y que había dado la espalda a nuestra casa común la Tierra, un mundo que hemos pervertido y contaminado sin respeto, sin vergüenza y sin tener en cuenta que es el único posible y el único que tenemos…entre todos hagamos que de nuevo el planeta Tierra sea un lugar de vida, respetado y amado como pocas veces ha sido, quizás así y solo así volvamos a tener un cielo donde ver las estrellas y un día donde el sol de nuevo vuelva a brillar limpio y hermoso, para que las personas podamos disfrutar de nuestros campos, nuestras calles, nuestras ciudades o nuestras playas con libertad, y donde nada sea más importante que la paz y la ausencia de amenazas contra la vida de la personas. Y donde las personas seamos de nuevo personas, una palabra que muchas veces carece de significado, cargándose innecesariamente de incivismo y egoísmo.
Tener por seguro que pronto volveremos a poder caminar por las calles, seguro, mientras tanto hagamos ese pequeño esfuerzo en unidad y solidaridad, teniendo presente que es un bien para nosotros y una necesidad para los extraordinarios profesionales que nos cuidan, les debemos un tremendo respeto y gratitud. Ellos confían en nosotros, seamos capaces de devolverles el tremendo esfuerzo que ellos realizan por nosotros, ellos exponen sus vidas, a nosotros solo nos piden que protejamos las nuestras. La diferencia entre ambas actitudes es incalculable, estemos a la altura y cumplamos algo tan sencillo como es quizás descubrir nuestra casa, aprendamos a vivir en ella, hasta ello puede ser hermoso.
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