Completes con aforo restringido en Manacor

Aunque se han podido celebrar de forma muy restringida, han sido solo un testimonio de una tradición festiva y religiosa donde la alegría y el público son el alma de la celebración, hoy sin embargo esa alegría solo unos pocos han podido expresarla, unas 300 personas según la organización, y aunque la banda ha estado maravillosa como siempre el alma del coro popular estaba ausente de calor y de emotividad, al faltar muchos, muchos ciudadanos que la pandemia ha obligado a seguir la celebración desde casa.

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Ver la iglesia casi vacía donde años atrás se reunía en ella toda la juventud del municipio y alrededores para honrar a Sant Antoni, la verdad que provoca una sensación en el alma muy difícil de describir. La liturgia por la normativa sanitaria se ha tenido que realizar con todo el público sentado, lo cual ha restado mucha vistosidad a los cantos que siempre han sido una explosión de júbilo acompasado con la música. La emoción y los sentimientos a flor de piel hoy no han podido ser. Pero es y era lo que hay. Un acto testimonial y reducido que mantiene la tradición y la llama de la ilusión para que pronto vuelva la tan ansiada normalidad. Los besos y abrazos hoy de nuevo se han notado a faltar. Una verdadera lástima, pero la salud y la precaución manda hoy sobre las tradiciones y las fiestas.

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Sant Antoni es vida, es juventud, es alegría, es fiesta, hoy sin embargo es melancolía y resignación ante lo que no ha podido ser.

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Un largo aplauso ha cerrado el acto.

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Aunque valga el recuerdo de unas imágenes que muestran las Completes de 2022, deseamos que el año que viene de nuevo puedan los ciudadanos disfrutar de sus fiestas y tradiciones en libertad y salud.

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