“Irish de Mena” de Miquel Adrover Caldentey

Pero no solo de eso. También nos cuenta cosas emocionantes sobre el amor, la amistad, la lealtad, la generosidad... Todo ello con una mirada crítica y teniendo presente que los primeros objetivos de un narrador han de ser la originalidad y el entretenimiento.

Nosotros, además de sentirnos cómplices de su mirada, estaremos satisfechos de haber sido, una vez más, los destinatarios de un buen relato porque, como bien dice el profesor José-Carlos Mainer, “se escribe para que alguien lea; se lee para poder escribir; se vive para escribirlo y se escribe para que alguien viva, a su vez, lo que alienta debajo de las líneas”.