Mallorca
¿Cuándo debo acudir a un fisioterapeuta?
La fisioterapia es una disciplina sanitaria centrada en la rehabilitación y curación de dolencias físicas y musculares que puede solucionar muchos escenarios de malestar en los pacientes.
![[Img #59534]](https://manacormanacor.com/upload/images/03_2023/6787_2037815_670.jpg)
Sin embargo, para mucha gente es solo una herramienta para deportistas o para enfermos que han sufrido accidentes, graves operaciones o situaciones similares, pero esta concepción de la figura del fisioterapeuta es un error.
Como explican desde Fisionos, clínica de fisioterapia en Palma de Mallorca, uno de los centros de referencia en las islas para este tipo de terapias, «son muchas las circunstancias que pueden mejorar acudiendo a unas sesiones de fisioterapia; el paciente debe concebirlo de manera similar a como vamos al dentista no solo cuando no tenemos dientes, sino para resolver situaciones menos graves o incluso para realizar un mantenimiento o una mejora».
Desde este punto de vista, la fisioterapia ha de entenderse como un apoyo habitual cuando se sufren dolores musculares, cansancio, situaciones derivadas de malas posturas y, por supuesto y como se ha indicado, en casos más graves como accidentes de coche, caídas, recuperaciones de intervenciones quirúrgicas…
¿Cuándo acudir a fisioterapia?
«Muchos pacientes que acuden a nuestra clínica a recibir sesiones de osteopatía, tratamiento circulatorio o rehabilitación, lo hacen, sin saberlo, demasiado tarde», observan desde Fisionos, que ofrecen una serie de pistas que permiten autoevaluarse para saber si convendría acudir al fisioterapeuta.
Ante lesiones o molestias musculares: atajar el problema a tiempo es uno de los mejores consejos que se pueden dar en el ámbito de las molestias musculares. Por eso, los fisioterapeutas recomiendan acudir al menos a una sesión si se registra alguna molestia o se sufre una lesión. El profesional evaluará la gravedad de lo que encuentre y podrá pautar o no una serie de sesiones para tratarla.
Ante la práctica de cualquier deporte: salir a correr, jugar un partido con los amigos una vez a la semana, practicar tiro con arco a nivel profesional… Cualquier práctica deportiva, sea profesional o amateur, supone un desgaste de los tejidos musculares y de los huesos que debe ser minimizado con ayuda de un profesional.
Ante problemas de higiene postural: tener malas posturas en el trabajo, sentarse incorrectamente en el escritorio, pasar muchas horas sobre los folios estudiando, etc., todos estos escenarios pueden derivar en graves problemas para el esqueleto y la musculatura. De nuevo, una revisión cotidiana por parte de un fisioterapeuta es la mejor forma de adquirir buenos hábitos y estar prevenidos ante cualquier complicación.
Ante dolores que deben ser medicados: la medicación es un excelente medio para paliar dolores crónicos o situaciones graves, pero, en ocasiones, esto se puede compatibilizar con la fisioterapia para reducir la toma de productos de químicos y sentir un alivio similar o superior al que aportan las pastillas.
Ante prescripción médica: si un médico lo aconseja, entonces acudir al fisioterapeuta se convierte en una obligación inmediata para el paciente.
El conocimiento aplicado a la práctica
El objetivo de clínicas especializadas, y con tanta experiencia como Fisionos, es el de tratar personas, no lesiones. Por eso, aplican a su práctica diaria todo un conocimiento especializado que crece diariamente con formaciones, estudios y prácticas de vanguardia. Gracias a esto, los profesionales de Fisionos, ayudan a cada paciente con tratamientos únicos y personalizados.
Esto es lo que hace que acudir a una clínica como Fisionos sea la mejor forma de invertir en uno mismo gracias al cuidado especializado de la musculatura y del esqueleto.
Sin embargo, para mucha gente es solo una herramienta para deportistas o para enfermos que han sufrido accidentes, graves operaciones o situaciones similares, pero esta concepción de la figura del fisioterapeuta es un error.
Como explican desde Fisionos, clínica de fisioterapia en Palma de Mallorca, uno de los centros de referencia en las islas para este tipo de terapias, «son muchas las circunstancias que pueden mejorar acudiendo a unas sesiones de fisioterapia; el paciente debe concebirlo de manera similar a como vamos al dentista no solo cuando no tenemos dientes, sino para resolver situaciones menos graves o incluso para realizar un mantenimiento o una mejora».
Desde este punto de vista, la fisioterapia ha de entenderse como un apoyo habitual cuando se sufren dolores musculares, cansancio, situaciones derivadas de malas posturas y, por supuesto y como se ha indicado, en casos más graves como accidentes de coche, caídas, recuperaciones de intervenciones quirúrgicas…
¿Cuándo acudir a fisioterapia?
«Muchos pacientes que acuden a nuestra clínica a recibir sesiones de osteopatía, tratamiento circulatorio o rehabilitación, lo hacen, sin saberlo, demasiado tarde», observan desde Fisionos, que ofrecen una serie de pistas que permiten autoevaluarse para saber si convendría acudir al fisioterapeuta.
Ante lesiones o molestias musculares: atajar el problema a tiempo es uno de los mejores consejos que se pueden dar en el ámbito de las molestias musculares. Por eso, los fisioterapeutas recomiendan acudir al menos a una sesión si se registra alguna molestia o se sufre una lesión. El profesional evaluará la gravedad de lo que encuentre y podrá pautar o no una serie de sesiones para tratarla.
Ante la práctica de cualquier deporte: salir a correr, jugar un partido con los amigos una vez a la semana, practicar tiro con arco a nivel profesional… Cualquier práctica deportiva, sea profesional o amateur, supone un desgaste de los tejidos musculares y de los huesos que debe ser minimizado con ayuda de un profesional.
Ante problemas de higiene postural: tener malas posturas en el trabajo, sentarse incorrectamente en el escritorio, pasar muchas horas sobre los folios estudiando, etc., todos estos escenarios pueden derivar en graves problemas para el esqueleto y la musculatura. De nuevo, una revisión cotidiana por parte de un fisioterapeuta es la mejor forma de adquirir buenos hábitos y estar prevenidos ante cualquier complicación.
Ante dolores que deben ser medicados: la medicación es un excelente medio para paliar dolores crónicos o situaciones graves, pero, en ocasiones, esto se puede compatibilizar con la fisioterapia para reducir la toma de productos de químicos y sentir un alivio similar o superior al que aportan las pastillas.
Ante prescripción médica: si un médico lo aconseja, entonces acudir al fisioterapeuta se convierte en una obligación inmediata para el paciente.
El conocimiento aplicado a la práctica
El objetivo de clínicas especializadas, y con tanta experiencia como Fisionos, es el de tratar personas, no lesiones. Por eso, aplican a su práctica diaria todo un conocimiento especializado que crece diariamente con formaciones, estudios y prácticas de vanguardia. Gracias a esto, los profesionales de Fisionos, ayudan a cada paciente con tratamientos únicos y personalizados.
Esto es lo que hace que acudir a una clínica como Fisionos sea la mejor forma de invertir en uno mismo gracias al cuidado especializado de la musculatura y del esqueleto.
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