Los hechos ocurrieron a finales del pasado mes de junio, en un servicio rutinario de resguardo fiscal y aduanero en el Puerto de Ibiza, tras la llegada de diferentes ferris procedentes de la Península, los agentes de la Guardia Civil deciden realizar un punto de verificación de personas y vehículos a un buque procedente de Barcelona.

Durante la identificación de personas en el desembarque a pie, los agentes observaron que un pasajero realizó un movimiento sospechoso. Éste al percatarse de la presencia de los guardias civiles intenta despistarles acercándose a otros grupos de pasajeros intentando pasar desapercibido.

Seguidamente, los agentes tras identificarle pudieron comprobar que llevaba consigo entre sus pertenencias diferentes drogas, posiblemente destinadas a su venta en Ibiza.

En total fueron intervenidos alrededor de un kilo de cocaína y diferentes cantidades de MDMA, marihuana, hachís y ketamina.