Empresa y Comercio / Illes Balears
Las asociaciones de PIMEM se muestran contrarias a la reducción de la jornada laboral
Algunas asociaciones de PIMEM se han pronunciado en contra de la reducción de la jornada laboral presentada por el Gobierno central.
La patronal se ha puesto en contacto con quince asociaciones (las que más empresas albergan y asalariados) y les ha trasladado la pregunta sobre los efectos que puede tener en su sector dicha reducción de la jornada laboral. Todas ellas coinciden que va tener un impacto negativo ya que va a suponer no poder hacer frente a la demanda actual sin contratar más gente, cosa inviable por el aumento de los costes. Por otra parte, todas las asociaciones consultadas coinciden también que el modelo empresarial de Mallorca, basado en el turismo de temporada, hace que la propuesta sea aún más perjudicial para la economía mallorquina que lo que pueda ser para regiones donde las grandes empresas y la industria pesada tiene más presencia. Estas han sido las reacciones de algunas de ellas.
Desde la patronal PIMECO, Miquel Àngel Salvà, vicepresidente de PIMEM, asegura que los comercios han reducido personal por el coste que supone y reducir horas de trabajo “complica aún más la situación”. “No se contratará más gente si esto es lo que pretende el ministerio, simplemente no podemos, es un error”. Para el pequeño comercio esta reducción la acabará pagando el consumidor ya que el aumento de los costes se repercutirá en los precios. Finalmente, Salvà asegura que la reducción de la jornada laboral en el caso de una economía como Mallorca “no se aguanta” ya que hablamos de un modelo basado en turismo y de temporada alta. “Este modelo beneficia a las grandes empresas y no a las pymes que al final deberán renunciar a trabajos porque no podrán hacer frente a determinadas demandas”.
ASINEBA, la Asociación Sindical de Esteticistas de Balears, ve en la medida “todos los inconvenientes posibles”. Su presidenta, Sonia Cañellas, asegura que restar horas y tener que contratar más gente acabará con el cierre de muchos centros. “Tendremos que incrementar precios y esto no es la solución”. Cañellas coincide con Miquel Àngel Salvà, la estructura empresarial y modelo económico de Mallorca “perjudica a las empresas de esta tierra”. La presidenta de ASINEBA ha sido también muy crítica con el ministerio de Yolanda Díaz: “No saben que es una pyme ni autónomo, tienen sueldos asignados y determinadas decisiones pueden terminar de hundir a los autónomos y pequeñas empresas”.
En un contexto más industrial el presidente de ARIMPA, la asociación de empresas de instalación, mantenimiento y reparación de puertas automáticas de Baleares, Rafel Sotomayor asegura que “al reducir la jornada se verá afectado el nivel de servicio de nuestro sector y con menos jornada menos servicio, se verán afectados los usuarios y se verán afectado los precios. El también vocal del Comité Ejecutivo de PIMEM añade que “Mallorca al ser básicamente una economía de servicios no se puede permitir esta reducción y por lo tanto tendrá unas consecuencias negativas”. Sobre la decisión del Gobierno central Sotomayor habla de imposición sin tener en cuenta la realidad de las pymes y autónomos españoles”.
INFOCAL, Asociación de Industriales Instaladores de Fontanería, Calefacción, Climatización, Gas, Protección Contra Incendios y Afines asegura que la reducción de la jornada laboral redundará en la disminución de la productividad, “puesto que muchos proyectos requieren una dedicación de tiempo considerable, principalmente en obras nuevas o urgencia. Reducir las horas de trabajo sin aumentar el número de empleados puede hacer que sea difícil cumplir los plazos previstos”.
El sector prevé un aumento de los precios debido al incremento de los costes. Para la asociación “posiblemente se incrementarán los precios, puesto que la reducción de la jornada laboral implicará tener que contratar más personal para mantener el ritmo de trabajo y un incremento de los gastos salariales. Las empresas tendrán que trasladar estos costes a los clientes, con el aumento de los precios”. Finalmente prevén que tal como está montada la economía de Mallorca habrá dificultades para adoptar una reducción de la jornada laboral de manera generalizada y añaden que las medidas pueden ser positivas a largo plazo para el bienestar de los trabajadores, pero para las empresas se tiene que aplicar de manera progresiva.
GREPELS, el gremio de peluqueros de PIMEM, apunta que el sector ya tiene unos límites impuestos por la misma dinámica laboral y reducir aún más el tiempo solo complica aún más las cosas ya que la gran mayoría de empresas descartan contratar más gente. También se coincide con otros sectores a la hora de prever un incremento de precios. “Aumentamos los costes en un 6% al reducir dos horas semanales, el peluquero no producirá más, no trabajará más rápido”. Sobre cómo afectará una medida de este tipo a una economía como la mallorquina el sector lo ve como un problema al recordar que “hablamos de micro empresas y donde se nos pide que paguemos lo mismo a los trabajadores por trabajar menos horas”. Para el gremio estamos en un contexto laboral “donde hay gente que tiene dos y tres contratos de trabajo para llegar a final de mes y ahora se habla de reducción”. Finalmente, GREPELS apunta al crecimiento de una economía sumergida y critica al Ministerio por las formas en que ha gestionado esta media y la califica de “imposición administrativa sin tener en cuenta los verdaderos afectados”.
La patronal se ha puesto en contacto con quince asociaciones (las que más empresas albergan y asalariados) y les ha trasladado la pregunta sobre los efectos que puede tener en su sector dicha reducción de la jornada laboral. Todas ellas coinciden que va tener un impacto negativo ya que va a suponer no poder hacer frente a la demanda actual sin contratar más gente, cosa inviable por el aumento de los costes. Por otra parte, todas las asociaciones consultadas coinciden también que el modelo empresarial de Mallorca, basado en el turismo de temporada, hace que la propuesta sea aún más perjudicial para la economía mallorquina que lo que pueda ser para regiones donde las grandes empresas y la industria pesada tiene más presencia. Estas han sido las reacciones de algunas de ellas.
Desde la patronal PIMECO, Miquel Àngel Salvà, vicepresidente de PIMEM, asegura que los comercios han reducido personal por el coste que supone y reducir horas de trabajo “complica aún más la situación”. “No se contratará más gente si esto es lo que pretende el ministerio, simplemente no podemos, es un error”. Para el pequeño comercio esta reducción la acabará pagando el consumidor ya que el aumento de los costes se repercutirá en los precios. Finalmente, Salvà asegura que la reducción de la jornada laboral en el caso de una economía como Mallorca “no se aguanta” ya que hablamos de un modelo basado en turismo y de temporada alta. “Este modelo beneficia a las grandes empresas y no a las pymes que al final deberán renunciar a trabajos porque no podrán hacer frente a determinadas demandas”.
ASINEBA, la Asociación Sindical de Esteticistas de Balears, ve en la medida “todos los inconvenientes posibles”. Su presidenta, Sonia Cañellas, asegura que restar horas y tener que contratar más gente acabará con el cierre de muchos centros. “Tendremos que incrementar precios y esto no es la solución”. Cañellas coincide con Miquel Àngel Salvà, la estructura empresarial y modelo económico de Mallorca “perjudica a las empresas de esta tierra”. La presidenta de ASINEBA ha sido también muy crítica con el ministerio de Yolanda Díaz: “No saben que es una pyme ni autónomo, tienen sueldos asignados y determinadas decisiones pueden terminar de hundir a los autónomos y pequeñas empresas”.
En un contexto más industrial el presidente de ARIMPA, la asociación de empresas de instalación, mantenimiento y reparación de puertas automáticas de Baleares, Rafel Sotomayor asegura que “al reducir la jornada se verá afectado el nivel de servicio de nuestro sector y con menos jornada menos servicio, se verán afectados los usuarios y se verán afectado los precios. El también vocal del Comité Ejecutivo de PIMEM añade que “Mallorca al ser básicamente una economía de servicios no se puede permitir esta reducción y por lo tanto tendrá unas consecuencias negativas”. Sobre la decisión del Gobierno central Sotomayor habla de imposición sin tener en cuenta la realidad de las pymes y autónomos españoles”.
INFOCAL, Asociación de Industriales Instaladores de Fontanería, Calefacción, Climatización, Gas, Protección Contra Incendios y Afines asegura que la reducción de la jornada laboral redundará en la disminución de la productividad, “puesto que muchos proyectos requieren una dedicación de tiempo considerable, principalmente en obras nuevas o urgencia. Reducir las horas de trabajo sin aumentar el número de empleados puede hacer que sea difícil cumplir los plazos previstos”.
El sector prevé un aumento de los precios debido al incremento de los costes. Para la asociación “posiblemente se incrementarán los precios, puesto que la reducción de la jornada laboral implicará tener que contratar más personal para mantener el ritmo de trabajo y un incremento de los gastos salariales. Las empresas tendrán que trasladar estos costes a los clientes, con el aumento de los precios”. Finalmente prevén que tal como está montada la economía de Mallorca habrá dificultades para adoptar una reducción de la jornada laboral de manera generalizada y añaden que las medidas pueden ser positivas a largo plazo para el bienestar de los trabajadores, pero para las empresas se tiene que aplicar de manera progresiva.
GREPELS, el gremio de peluqueros de PIMEM, apunta que el sector ya tiene unos límites impuestos por la misma dinámica laboral y reducir aún más el tiempo solo complica aún más las cosas ya que la gran mayoría de empresas descartan contratar más gente. También se coincide con otros sectores a la hora de prever un incremento de precios. “Aumentamos los costes en un 6% al reducir dos horas semanales, el peluquero no producirá más, no trabajará más rápido”. Sobre cómo afectará una medida de este tipo a una economía como la mallorquina el sector lo ve como un problema al recordar que “hablamos de micro empresas y donde se nos pide que paguemos lo mismo a los trabajadores por trabajar menos horas”. Para el gremio estamos en un contexto laboral “donde hay gente que tiene dos y tres contratos de trabajo para llegar a final de mes y ahora se habla de reducción”. Finalmente, GREPELS apunta al crecimiento de una economía sumergida y critica al Ministerio por las formas en que ha gestionado esta media y la califica de “imposición administrativa sin tener en cuenta los verdaderos afectados”.





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