¿El Pi hacia Madrid de la mano de Antoni Pastor?

Dio un plazo de 30 días para encarar el tema y claro está habrá que elegir candidato.

Antoni Pastor es uno de los nombres que podrían sonar para ello ¿Pero está Pastor por la labor?

Es todo un enigma. En una conversación “robada” en Porreres y sobre este tema, oímos como Font elogiaba la figura de Pastor. A ello hay que añadir que Pastor no tiene “mala imagen” en ningún lado, es un hábil camaleón de la política balear.

¿Pero y Pastor que dice a ello? Nunca llamamos para este tipo de preguntas, porque siempre responden lo que quieren, pero nunca la verdad, por lo tanto nos ahorramos el trámite.

Pero si que hemos averiguado por otros canales ¿Cómo está Pastor dentro del PI? ¿Cómodo, ausente, desubicado? Y e aquí que la situación nos sorprende.

En la cena del PI en Porreres no estuvo, adujo motivos personales, una boda a la que debía asistir.

Notas de prensa, como portavoz del PI en el Consell, las justas, la del día de la Constitución del Consell con foto de familia incluida y poco más.

Fuentes de toda solvencia del Pi nos cuentan que Pastor tiene pendiente resolver un tema personal ¿? Y que por eso está algo intranquilo o ausente.

Otra fuente nos comenta que Pastor está algo quejoso con el Pi porque querría hacer las cosas de otra forma y no comparte algunas decisiones del equipo presuntamente por ejemplo con algunas negociaciones de los pactos municipales.

Total dos auténticos enigmas, primero saber quién puede representar al PI en las generales y por otro la incógnita Pastor.

Hubo hasta incluso un regidor del Pi que nos comentó, “yo creo que si alguien abandona el PI en estos momentos, este sería Antoni Pastor”.

Pastor, enigma ante el futuro, abstracción en el presente. Y como siempre dueño y señor de la estrategia al servicio de sus intereses políticos más que del grupo presuntamente, capaz de mostrar desgana ante el ansia inmensa de una propuesta para buscar el ruego y la oferta sin tener que luchar por la posición. Pastor es un habilísimo político, que siempre juega con soluciones de antemano estudiadas frente a todas las situaciones posibles, es muy difícil situarlo en fuera de juego. Siempre sabe lo que hace por muy incomprensible que a otros resulte comprender los motivos de sus actuaciones.

Para muchos el Pi y Pastor aún son como el aceite y el vinagre, la ensalada aún está por definir.