Mallorca / Manacor
Las cuevas del Drach, símbolo de Manacor
Las cuatro grandes cuevas del Drach son visitadas cada año por miles de turistas. Se hallan en la localidad de Porto Cristo y están conectadas entre sí. Reciben los nombres de cueva Negra, Blanca, de Lluís Salvador y de los Franceses.
![[Img #75529]](https://manacormanacor.com/upload/images/07_2025/9834_31072878_670.jpg)
Pero las cuevas del Drach son más que un atractivo turístico para nuestro municipio. Se trata de un auténtico símbolo de él, hasta el punto de que muchos negocios de nuestro territorio incluyen su imagen en sus tarjetas de empresa. Vamos a conocerlas un poco mejor.
Un hallazgo muy antiguo
Se desconoce la fecha en que se descubrieron estas cavidades. Pero ya se mencionan en una carta escrita por Roger de Rovenach al alcalde de Manacor en 1338. Sin embargo, el nombre de Drach se encuentra por primera vez en la obra 'Historia del Reino de Mallorca' escrita por Dameto en 1632.
Aunque geólogos de los siglos XVIII y XIX como el cardenal Depuig o Joaquín Bover ya las incluían en sus obras, el primer mapa de las cuevas no llegó hasta 1880. Fue trazado por el entomólogo alemán M. Friedrich Will, quien estuvo en Manacor invitado por el archiduque Luis Salvador de Austria.
Pero entonces solo se sabía de las cavidades Blanca y Negra. Sería Édouard-Alfred Martel, padre de la espeleología moderna, acompañado por Louis Armand, quien hallaría las de Lluís Salvador y de los Franceses, además del lago subterráneo que hoy lleva su nombre.
Las cuevas que podemos visitar hoy
El acceso por el que entramos en la actualidad a las cuevas se abrió en 1929 frente a Cala Murtra. Seis años más tarde, se culminó el proyecto de iluminación artificial por parte del ingeniero Carles Buigas. Ya incluía el precioso espectáculo musical titulado 'Amanecer en el lago'.
Este tiene una longitud de 115 metros y una anchura de 30, por lo que se considera uno de los más grandes del mundo entre los subterráneos. Por su parte, las cuevas tienen una extensión total cercana a 1,2 kilómetros y alcanzan una profundidad de unos 25 metros. En cuanto a su formación, se remonta a hace entre 11 y 5,3 millones de años. Y se cree que se debieron a la erosión de las aguas de lluvia.
En conclusión, las cuevas del Drach son un símbolo de Manacor y de toda la isla de Mallorca. No en balde, reciben miles de visitantes cada año.
Pero las cuevas del Drach son más que un atractivo turístico para nuestro municipio. Se trata de un auténtico símbolo de él, hasta el punto de que muchos negocios de nuestro territorio incluyen su imagen en sus tarjetas de empresa. Vamos a conocerlas un poco mejor.
Un hallazgo muy antiguo
Se desconoce la fecha en que se descubrieron estas cavidades. Pero ya se mencionan en una carta escrita por Roger de Rovenach al alcalde de Manacor en 1338. Sin embargo, el nombre de Drach se encuentra por primera vez en la obra 'Historia del Reino de Mallorca' escrita por Dameto en 1632.
Aunque geólogos de los siglos XVIII y XIX como el cardenal Depuig o Joaquín Bover ya las incluían en sus obras, el primer mapa de las cuevas no llegó hasta 1880. Fue trazado por el entomólogo alemán M. Friedrich Will, quien estuvo en Manacor invitado por el archiduque Luis Salvador de Austria.
Pero entonces solo se sabía de las cavidades Blanca y Negra. Sería Édouard-Alfred Martel, padre de la espeleología moderna, acompañado por Louis Armand, quien hallaría las de Lluís Salvador y de los Franceses, además del lago subterráneo que hoy lleva su nombre.
Las cuevas que podemos visitar hoy
El acceso por el que entramos en la actualidad a las cuevas se abrió en 1929 frente a Cala Murtra. Seis años más tarde, se culminó el proyecto de iluminación artificial por parte del ingeniero Carles Buigas. Ya incluía el precioso espectáculo musical titulado 'Amanecer en el lago'.
Este tiene una longitud de 115 metros y una anchura de 30, por lo que se considera uno de los más grandes del mundo entre los subterráneos. Por su parte, las cuevas tienen una extensión total cercana a 1,2 kilómetros y alcanzan una profundidad de unos 25 metros. En cuanto a su formación, se remonta a hace entre 11 y 5,3 millones de años. Y se cree que se debieron a la erosión de las aguas de lluvia.
En conclusión, las cuevas del Drach son un símbolo de Manacor y de toda la isla de Mallorca. No en balde, reciben miles de visitantes cada año.
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