Día Domingo, 16 de Noviembre de 2025
Cartas de los lectores / Manacor
Despropósito en la plaça Sant Jaume
Por este medio me gustaría hacer llegar mi enhorabuena al lumbreras que tuvo la brillante idea de rellenar los canteros de la plaça Sant Jaume con esas simpáticas piedritas blancas.
Gracias a él la plaza tiene el aspecto lamentable que vemos en las fotos, ya que las dichosas piedritas hacen las delicias de los perros, niños y no tan niños que juegan con ellas, sacándolas de los canteros y esparciéndolas por toda la plaza y las calles circundantes. De esa manera nuestros hijos ya no pueden andar en bicicleta, en patinetes, en rollers o jugar a la pelota en la plaza ya que, como es fácil deducir, al caerse en esa superficie se lastimarían indefectiblemente. Yo, que no estoy en el tema y que no tengo precisamente el coeficiente intelectual de Stephen Hawking, me di cuenta en el preciso momento en que vi los camiones descargar las piedras que sucedería lo que finalmente sucedió. Por lo tanto, no entiendo cómo alguien cuyo trabajo es encargarse de esas cosas no previó semejante esperpento. El hecho es que, desde hace un par de semanas (es decir, desde el mismísimo día en que se llevó a cabo dicho “embellecimiento urbano”) la plaza dejó de ser un lugar agradable y seguro para que nuestros hijos jueguen en ella.
Ah, eso sí, las piedritas tienen una ventaja: como mucha gente tiene la gentileza de llevar a sus perros a cagar a la plaza en la que juegan mis hijos, los excrementos quedan bien a la vista al recortarse sobre lo blanco de las piedras. De esa manera puedo saber si los perros de mis amables vecinos están bien alimentados o si tienen algún problema digestivo. A todos ellos, muchas gracias.
![[Img #8816]](upload/img/periodico/img_8816.jpg)
Gracias a él la plaza tiene el aspecto lamentable que vemos en las fotos, ya que las dichosas piedritas hacen las delicias de los perros, niños y no tan niños que juegan con ellas, sacándolas de los canteros y esparciéndolas por toda la plaza y las calles circundantes. De esa manera nuestros hijos ya no pueden andar en bicicleta, en patinetes, en rollers o jugar a la pelota en la plaza ya que, como es fácil deducir, al caerse en esa superficie se lastimarían indefectiblemente. Yo, que no estoy en el tema y que no tengo precisamente el coeficiente intelectual de Stephen Hawking, me di cuenta en el preciso momento en que vi los camiones descargar las piedras que sucedería lo que finalmente sucedió. Por lo tanto, no entiendo cómo alguien cuyo trabajo es encargarse de esas cosas no previó semejante esperpento. El hecho es que, desde hace un par de semanas (es decir, desde el mismísimo día en que se llevó a cabo dicho “embellecimiento urbano”) la plaza dejó de ser un lugar agradable y seguro para que nuestros hijos jueguen en ella.
Ah, eso sí, las piedritas tienen una ventaja: como mucha gente tiene la gentileza de llevar a sus perros a cagar a la plaza en la que juegan mis hijos, los excrementos quedan bien a la vista al recortarse sobre lo blanco de las piedras. De esa manera puedo saber si los perros de mis amables vecinos están bien alimentados o si tienen algún problema digestivo. A todos ellos, muchas gracias.
![[Img #8816]](upload/img/periodico/img_8816.jpg)






FLanDull | Martes, 28 de Julio de 2015 a las 21:36:24 horas
El problema no son las piedritas, ni el "lumbreras" que has hizo poner. El problema es el poco civismo de algunos ciudadanos
Accede para votar (0) (0) Accede para responder