Josefina Casañas, pura vocación y ejemplo al servicio de la docencia

Profesora formadísima, impartió su docencia con una ilusión y vocación realmente admirables. La pasión que siente por la enseñanza hace que su jubilación no sea para ella un motivo de alegría, sino solo un plazo que hay que cubrir en la vida y que inexorablemente y poco a poco va llegando. No dudamos que su vitalidad aún le depara muchos otros caminos, quizás desde el ocio, complementarios a su gran vocación.

Hoy como gran amiga que es de esta casa hemos querido estar con ella, hemos querido trasmitirle nuestro cariño y agradecimiento, nuestra admiración por su trabajo, una admiración que quienes la conocemos sabemos que Manacor le profesa. Hemos sido testigos más de una vez de alumnos que la paran por la calle tras años de haber terminado ya sus estudios para saludarla, y algunas veces con el comentario de “mi madre también fue a clase contigo”, dejando constancia de su larga labor al frente de varias generaciones de alumnos.

Josefina deja hoy un hueco muy importante en el Mossèn Alcover, un hueco humano y docente. Deja tras de sí una labor excepcional y encomiable, un amor y una responsabilidad como la que sólo ella sabe sentir por los alumnos y por el IES, todo ello añadido a una nobleza propia de sus raíces.

Personalmente, siempre le tendré que agradecer los desvelos que ha compartido conmigo y con mi pareja en algo tan importante como es el proyecto personal de la educación de un hijo. Nunca podré agradecerle lo suficiente el compartir experiencias, el compartir conocimientos, el diálogo y las conversaciones sobre infinidad de temas que a los padres nos inquietan o nos preocupan durante la etapa de estudiantes de los hijos. Siempre ha ofrecido con generosidad y entusiasmo sus vivencias y conocimientos para dar a los demás un abanico de posibilidades y de expectativas que quizás vistas desde un solo prisma no abarcaban al completo el contexto de los hechos o de las circunstancias.

Desde aquí le deseamos que el nuevo camino por la vida que hoy comienza pueda disfrutarlo con el mismo entusiasmo y vitalidad que el que deja.

Manacor pierde hoy un referente educativo en activo de primera magnitud, pero sin lugar a dudas escribe con letras de oro una de las más impecables páginas de la Historia de la docencia en nuestra ciudad.